jueves, 9 de octubre de 2008

La última lágrima

Vuelvo, después de un mes de no escribir nada. Ayer una amiga me dijo de su rompimiento con el chico que salía y como al final de todo era lo más parecido a una película. Ahí recordé algo que me pasó con una chica de la cual me enamoré una vez... para que entiendan que muchas de las cosas que fallan empiezan mal desde el primer momento empezaré por el principio... desde ya desconozco si el resultado de lo que cuente tendrá tintes graciosos o no.

Sucedió cuando apenas comencé la facultad, yo como buen alumno ejemplar estaba en un grupo que sólo estaba en el curso a primera hora de la mañana para ar el presente a y última hora de la clase para repetir la asistencia... el resto del tiempo consistía en jugar a las cartas en algún bufette o en molestar a un flaco fana de cerati haciéndonos pasar por fanáticos exagerados de los redondods (nota: me gusta soda stereo).

La cuestión es que me había hecho amigo d euna chica que pertenecía a un grupito de cinco o seis mujeres de las que siempre tenían los trabajos hechos. Ella viajaba en el mismo colectivo que yo, que por cierto era un parto porque en ese momento (2001) los mp3 no era algo común por lo que yo en mi caso tenia un discman y un grabador y era un embole llevar cuatro o cinco cd´s o casettes por lo que lo mejor era ir con alguien que ayudara a perder el tiempo.

La cuestión es que un día, uno de los flacos que se juntaban conmigo me habla de una mina que le gusta y me promete mostrármela... ahí todo se derrumbó, de repente entra una chica... flaquita, pelo castaño, debo decir que me encantó y atrás mio escucho solamente "ella es" y por dentro lo insulté, insulté mi puta mala suerte y me quedé mudo.

El tema fue que la chica resultó ser parte del grupo de la otra mina del micro por lo que nobleza obligaba me tuve que llevar al muchacho a que lla conociera a mi amiga y por ende a la chica que le gustaba.

La cuestión es que no pasó a mayores, luego él no entró a la facultad, yo sí y una vez adentro me hice amigos de todo ese grupo de estudiosas y lentamente me alejé de mi grupo bando...

Ahí conoci bien a esa flaquita de pelo castaño... se llamaba Mariela, me gustaba pero siempre o en ese momento pensába que pensar en tener algo ella era volar demasiado alto, yo no estaba a su nivel y eso no me hacía sentir mal, me tranquilizaba porque sabía que no podía sufrir por ella... lamentablemente mi ingenuidad me golpeó en la cara y me di cuenta un día que estaba enamorado luego de que rendimos la primera materia y yo me enteré que había aprobado por un abrazo que ella me dio y que me hizo dar cuenta de que estaba perdido...

Ahí la historia fue otra, yo sabía que tenía el NO de antemano pero no quería perder su amistad, el riesgo era demasiado, la cuestión es que ella un día lo descubrió, yo se lo dije, lo hablamos y fui rebotado... dentro de todo era un alivio... yo podía olvidarme de ella.

Unos meses después ella me invita a un cumpleaños, fuimos al cine, me cuenta que tenía celos de una amiga mía pero sin embargo no quería nada por lo que decidí intentar alejarme de ella ya que no podía sacármela de la cabeza.

Esa postura le molestó y todo era como una novela en donde los protagonistas no hacían nada por que los villanos no les dejaban pero en este caso los malos y los buenos siempre eramos ella y yo.

Para hacerla corta, un día llega ella y me cuenta que me tiene que decir algo... estaba saliendo con un chico y estaba preocupada por cómo lo tomaría yo y como afectaría nuestra relación... le dije que me iba a distanciar un poco, que seguiríamos siendo amigos pero que necesitaba tomar distancia, la cuestión es que ella lloraba, haciéndome alargar una charla de cinco minutos a dos horas en medio de la peatonal y yo la abrazaba mientras me preguntaba que porque lloraba ella si era yo el que terminaba destrozado...

Unos meses después nos encontramos en la calle y nos pusimos a hablar... todo había cambiado, estábamos más cariñosos y un día después nos juntamso los dos y en medio de una plaza independencia atiborrada de gente en un miércoles al mediodía hubo el mejor beso que tuve y he tenido en mi vida.

Comenzamos a salir, al principio estaba todo bien, éramos novios... pero la alegría es sólo pasajera... las salidas al shopping como si fueran una maldición terminaban siempre en alguna discusión... el final se acercaba, yo lo veía venir pero como si fuera un salmón luchaba contra la corriente... Luego de una discusión muy fea, nos distanciamos unas horas pero al llamarla por teléfono me dice que la iban a operar al otro día, tenía un quiste cerca del ríñón... olvidé la pelea, pasé tres días mirándola en el hospital Español... mientras su mejor amiga me sonreía como aprobando lo que yo estaba haciendo....

Unos días después llegó el final... ya recuperada afirmó estar confundida y pidió tiempo... mal, triste, bajé la cabeza... Una semana después fue su cumpleaños, había caído domingo pero ella había organizado una juntada el sábado a la que decidí no ir...

La llamé el domingo a las 00.01 y ante el ¿cómo estás? Su respuesta fue lapidaria... "bien, acá con los chicos, pero una persona acá, faltás vos"... ¿qué puedo decir? sabía manejarme y yo siempre fui un pelotudo...

Al otro día, bah el domingo de su cumpleaños la visité... le di un regalo que le había comprado con unos artesanos... y al final de la charla le pedí que me mirara a los ojos y me dijera si todo había terminado, si ella quería cortar... Mirando hacia abajo, sin levantar la vista en ningún momento me respondió que sí, que estaba segura.... Nunca volví a insistir sobre el porqué no me había mirado al momento de decirlo... ya había sufrido demasiado y no quería seguir así... en las 20 cuadras que caminé ese día pase por la etapa de alivio, de bronca y de querer llorar.... finalmente una tormenta de verano me atrapó y me mojó entero...

Luego al tomarme el colectivo, con la cabeza pegada a la ventanilla, soñando despierto, el chofer no tuvo mejor idea que poner la radio fuerte cuando justo Adrián Otero de Memphis cantaba "De un sueño profundo despertaste hoy, la última lágrima por tu cara rodó, lo que no fue ya nunca será, cierra tus heridas, deja de llorar"... estaba dicho, mi final de película tenía banda sonora, yo era un actor con papel protagónico y la película lamentablemente no tenía un final feliz...

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